Bueno, Bonito y Carito

El sábado fui a Andrés DC (así se llama) !Por fin! piensan los bogotanos. Por fin no tengo que irme hasta Chía, por fin puedo salir borracho a la hora que quiera o irme temprano si la nenita se metió al baño con el de camisa morada. Nunca fui al de Chía. Solo escuché rumores y comentarios en Travel and Living. Andrés es opulentísimo, hablo del lugar ¿No? 4 pisos, ascensor interno, mas de tres cocinas, bar en cada piso, 40 meseros y meseras. Mi viejo visitó el lugar varias veces durante su contrucción pues un amigo de él se encargo de la obra civil. Calcula que costó 3000 millones y todos soñando con un baloto de 2000 millones !ahora si no vuelvo a trabajar hijueputa¡ El cover me costó 20 mil, quienes me invitaron ya me habían advertido de los precios así que me compré en carulla de la 85 un cuarto de néctar verde y dos polas (pa entrar prendidito). Como llegaba de viaje hace una semana, la escena de las calles ochentas fue toda una revelación, un espectáculo igual de grotesco que en Andrés DC, pero mas feo. Una señora afrodescendiente me pidió plata y comida, qué mire que usted va de parranda, y ante mi negativa, qué ojalá no tenga hambre nunca. Un par de indigentes escarbando la basura y cientos y cientos de jóvenes desde los 15 o menores hasta adultos de 60 buscando fiesta, comprando alcohol, haciendo fila pa entrar a cualquier lugar, de los cientos que hay. Que algunos aún duden que este país nos hace violentos y alcohólicos, es un chiste. Hicimos fila con mi novia, pagamos los 20, ya prendidos porque nos terminamos el cuarto y las cervezas a las afueras de Andino. Junto con la entrada, un par de corazones y una mariposa nos entregaron; calcomanias pa pegarse en la ropa y mientras subíamos las escaleras recordaba la fachada del lugar: mas de tres pisos y un corazón compuesto por engranes rojos y brillantes. Opulento, absolutamente opulento. Adentro, no cabía un alma. Esperaba el ascensor para subir al quinto piso y fumarme un cigarrillo porque por las escaleras era imposible del gentío que había. La pase bien, no lo niego, pero al revisar la carta en formato de periódico quede atónito: platos desde 60 mil pesos, botellas desde 800 mil para abajo, una botella de aguardiente a 130 mil cuando en cualquier almacén se consigue por menos de 20 mil. Un letrerito me indignó: Bueno, Bonito y Carito. Y todos después de firmar el papelito impreso por el datafono o hurgarse los bolsillos y hacer vaca con los amigos, salimos con una sonrisa de plenitud, de haber estado en el mejor lugar porque dependiendo del piso, podemos estar en el infierno, la tierra, el purgatorio o el cielo. Andrés DC es la expresión legal del traquetismo colombiano, por eso todos lo amamos, allí somos quienes queremos ser, quienes no pudimos ser, quienes por fin somos.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
usted que(carajos)hacía ahí?
Unknown ha dicho que…
"desde ahora me voy permitir disentir, a desistir de ciertos inventos sociales que no quiero tragar más, a decirte a ti que inútil me pareces o a ti que vanidosa me resultas, pero no te voy a negar ni mucho menos descuartizar" no me acuerdo dónde lo leí =)

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