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Mostrando entradas de junio, 2010

Cursito de bolsillo para vivir mejor

Me levanté ese día desahuciado, algo frustrado con mis intereses altruistas y un poco triste con la vida. Me preparé un café y el aroma me distrajo un poco mientras leía el periódico; las mismas noticias, los mismos personajes y las mismas intrigas políticas. Leí con detenimiento los clasificados buscando un empleo y entre simples descripciones de ofertas para psicólogos de selección, qué digo, para ratones de selección, capturó mi atención un aviso que ocupaba la cuarta parte de la página que titulaba así: ¿Aburrido de la vida? ¿No le cree a los cursos de auto-liderazgo y superación personal? Vincúlese a nuestra comunidad y comprenda el poder del amor. Me dije a mi mismo: ¡Qué carajos! Ya todo lo he intentado ¿Qué podría perder? Me vestí sin bañarme después de averiguar la dirección del lugar y salí sonriente. Pasé por el centro comercial y saqué el dinero para la matrícula -la comida y el transporte del mes- y me importó un comino que no tuviera luego para pagar los servicios.

La ballena escribiente

Siempre hemos discutido (digo hemos refiriéndome a la Humanidad) los motivos de la escritura. Mas todavía, millones de eruditos han hecho extensos discursos sobre famosos escritores tratando de descifrar el contexto social e histórico, los elementos personales y familiares que posibilitan un buen escritor. Tantos hemos supuesto influencias energéticas, divinas o demoníacas, a cada una de las mejores obras de la literatura. No contentos con los resultados de tan dispendiosa investigación, miles nos hemos permitido la experimentación literaria con la esperanza de comprender en carne propia el ejercicio íntimo que le corresponde a esta actividad de sumar letras, puntos, comas y exclamaciones al pensamiento y sus experiencias. Ya sin temor resuelvo que mi escritura es una confesión de mis amplias dificultades para hablar, sentir y pensar. También la confirmación de un temor profundo a la acción, y por lo tanto, a mí mismo. Escribo a pesar de mí mismo. Porque preferiría ser un orador a la v

Cortometraje

A veces quisiera tener la lupa privilegiada del poder. O más bien, contar con un huequito que me permita fisgonear la vida familiar de Santos o Uribe. La de Mockus ni me la cuestiono porque varias veces su esposa ha salido a contar que Antanas le dice a sus hijas: “o te autoregulas o nos toca regularte”. Qué aburrido sería ese cortometraje, puras citas a autores y libros, girasoles y lápices. Preferible un apartamento inmenso en Rosales donde pueda observar los consejos de papá Santos a sus hijos: Estudien mucho para que mis nietos también puedan ir a la finca en helicóptero. Lo siento, sé que pequé de caricaturista evocando escenarios comunes, así como Mockus cuando puso a canturrear a su público el 30 de Mayo en la noche “Más agua, más verde, más cultura…” como si estuviéramos en kínder otra vez haciendo una plana ¡Pero es que cómo se atreve ese profesor tan bruto de hacernos cantar cosas tan obvias¡ Tristemente la realidad nacional contradice la plana de Mockus. Pero bueno, mejor vo