¿Plan Nacional de Desarrollo?

Revisando el Plan Nacional de Desarrollo, política que desde un modelo de Estado Comunitario planifica los retos que según el Gobierno deben realizarse para la construcción de un futuro nacional democrático y plural, me encontré con la siguiente ironía que esta vez sólo quiero dejar en el aire. Para fines explicativos, es importante decir que el modelo de Estado Comunitario se garantiza por medio de la Seguridad Democrática y se realiza a través de tres ejes: 1) la promoción del crecimiento económico, 2) la defensa del medio ambiente y el desarrollo sostenible y, 3) la garantía absoluta de cohesión social y equidad.  El Estado Comunitario transita eficiente y aprobado democráticamente entre el Estado neoliberal y el Estado regulador, sostiene el Plan que "un Estado sostenible, tanto por eficiencia en su gestión como por aprobación popular, es una síntesis que se distancia por igual de un burocratismo anacrónico y del dogma del desmantelamiento de lo estatal". Todo esto promovido por la participación ciudadana en la toma de las decisiones públicas, su ejecución y supervisión: "La presencia continua del funcionario de cara a la comunidad facilita el acceso a la información, el conocimiento de las cifras, la conciencia sobre las posibilidades y las limitaciones, -deténgase un segundo y lea con atención la responsabilidad que se les asigna- la reflexión sobre las obligaciones y la confianza en las instituciones". De ahí que quien preside el Plan Nacional lo veamos en extensos monólogos, comentando estadísticas y repartiendo a diestra y siniestra presupuestos para escuelitas y carreteritas. Hay que abonarle la entrega y la coherencia al presidente respecto al Plan Nacional, como nuestro patriota padre, nos da ejemplo, pero también preservémonos el derecho a la desconfianza respecto a su eficiencia pues su actuar raya en el caudillismo y proselitismo obstaculizando el respeto a la independencia de las instituciones del Estado. La construcción de la cohesión social es el tercer punto en prioridad por debajo de la Seguridad Democrática que encabeza la lista de principios fundamentales sólo seguida por el respeto a las libertades públicas (como elegir libremente irnos de paseo o salir a fumarnos tranquilos un bareto). Podemos leer entre líneas el modelo de gobernabilidad que sostiene el actuar público de las instituciones gubernamentales ya que parte de la afirmación de una situación objetiva de “inseguridad interna” que amenaza la democracia (nótese, no es conflicto armado interno, ni ineficiencia estatal para garantizar los derechos humanos consignados en la declaración francesa que libertó al mundo de feudalismo y monarquías con guillotinas y cabezas sin cuerpos). Ya sabemos que en teoría la democracia es una ilusión pero ¿qué hacemos si la humanidad aún no ha encontrado un sistema distinto para vivir en armonía? por lo tanto, resignémonos a encaminar todos los esfuerzos hacia la profundización del gobierno de las mayorías. Así las cosas, el documento suscribe: “La Política de la Seguridad Democrática, por lo tanto, no es más que un puente hacia la construcción definitiva de la paz y la reconciliación nacional, que no es unanimismo, sino civilidad del debate, por medio de la defensa del pluralismo y el respeto a los procedimientos democráticos” y luego, campante y orgulloso continua diciendo: “… es un instrumento de recuperación de la seguridad con absoluto respeto a la democracia –empiece a sonreir pensando en la para y yidis política-, a diferencia de las viejas doctrinas latinoamericanas de la seguridad nacional, que suprimieron libertades, sustentaron dictaduras –no se apene si ahora se ríe a carcajadas pues ya vamos pal octavo año y hay rumores de cuatro más-, eliminaron el disenso, descalificaron la oposición, persiguieron a los disidentes y anularon la democracia. – no se avergüence, yo también tuve que cambiarme los calzoncillos por mojarlos-”. Queda consignado mi comentario, y ahí les dejo el dato: la incoherencia irónica que deja traslucir aún la doble moral colombiana anudada a una necesaria y naciente intención de por fin pensar qué es lo que creemos hacer y necesitar para garantizar el mejor futuro de nuestro país.  Sin embargo, no todo está perdido, la presencia de las Fuerzas Armadas so pretexto de un clima de inseguridad nos ha permitido viajar por las carreteras, sólo nos falta hallar la fórmula alquimista pa’ traer de vuelta el padre masacrado, la madre violada y los hermanos enlistados en algún grupo armado, junto con el trabajo y la platica pa poder viajar en familia, conocer el parque tayrona, el caño de colores cañaverales, los nevados desnevados y los llanos orientales. Un consejo: no haga parte de los compatriotas que gozan haciendo apologías al terrorismo, mas bien, si quiere revisar el documento para ejercer “la participación ciudadana en la toma de decisiones públicas, su ejecución y supervisión”  en la que se basa el susodicho Estado Comunitario y así profundizarlo, puede encontrarlo en el siguiente link...

http://www.dnp.gov.co/PortalWeb/PND/PND20062010/tabid/65/Default.aspx