El Quedado
Presentación, algo íntima. Me han dicho perezoso, mamerto, pueril, aburrido y enchonchado. Varios se me han emputado cuando luego de fumarme un bareto quedo pasmado en el devenir del pensamiento. Que si voy, que si no voy, que si pienso esto, que por qué no aquello, que por qué fumo. La verdad, la sobriedad en este país a veces me es insoportable. Ayer me quedé en la casa y la pasé bien: vi un interesante documental en National Geographic y alcancé a conciliar el sueño mientras exhibían los paisajes hermosos colgados en la casa en Miami del cubano Luis Posada, ex agente de la cia pedido en extradición por Cuba y Venezuela acusando terrorismo. Me desperté fogoso y busqué algún video en Internet, luego me masturbé. Unos minutos de silencio perfecto, parecía que por fin estaba en paz conmigo mismo. La dicha sólo me duro unos minutos así que me dispuse a terminar de leer el libro que había empezado la noche anterior. Soñé todo el día con una frase de Jalíl Gibrán: “El manantial oculto d...