Cursito de bolsillo para vivir mejor
Me levanté ese día desahuciado, algo frustrado con mis intereses altruistas y un poco triste con la vida. Me preparé un café y el aroma me distrajo un poco mientras leía el periódico; las mismas noticias, los mismos personajes y las mismas intrigas políticas. Leí con detenimiento los clasificados buscando un empleo y entre simples descripciones de ofertas para psicólogos de selección, qué digo, para ratones de selección, capturó mi atención un aviso que ocupaba la cuarta parte de la página que titulaba así: ¿Aburrido de la vida? ¿No le cree a los cursos de auto-liderazgo y superación personal? Vincúlese a nuestra comunidad y comprenda el poder del amor. Me dije a mi mismo: ¡Qué carajos! Ya todo lo he intentado ¿Qué podría perder? Me vestí sin bañarme después de averiguar la dirección del lugar y salí sonriente. Pasé por el centro comercial y saqué el dinero para la matrícula -la comida y el transporte del mes- y me importó un comino que no tuviera luego para pagar los servicios....